Sunset Park Título Original: Sunset Park Autor: Paul Auster Traducción: Benito Gómez Ibáñez Editorial: Anagrama Año: 2010 | |
Miles Heller tiene veintiocho años, y a los veinte desanudó los lazos que lo unían al mundo que hasta entonces había conocido. Abandonó la universidad, se despidió con nocturnidad y una breve nota de sus padres, dejó Nueva York, y nadie ha vuelto a saber nada de él. Desde entonces, ha rodado por lugares y trabajos poco calificados, moviéndose siempre en ese oscuro espacio entre el suelo y el primer peldaño de la escalera laboral y social. Ahora vive en Florida, y trabaja para una empresa al servicio de los bancos de la zona, que se encarga de vaciar las viviendas de los desahuciados que en plena crisis no pudieron seguir pagando su hipoteca, y las prepara para una nueva venta.
El solitario, hermoso, desolado Miles, además de acarrear bultos y repintar paredes, saca fotos de todas las cosas abandonadas, registra las huellas de esas vidas dispersas para probar que esas familias desaparecidas estuvieron alguna vez allí, que los fantasmas de esa gente que él nunca verá ni conocerá aún están presentes en los objetos abandonados de esas casas ahora vacías. Miles no tiene ambiciones, vive con lo mínimo, mantiene relaciones muy escasas con la gente y con el mundo, y sus únicos lujos son los libros, que compra en ediciones baratas, y la cámara digital con la que documenta a los fantasmas. Si algo ha logrado en estos siete años, ha sido poder vivir en un presente perpetuo, sin deseos y sin futuro.
Y habría seguido así si no fuera por una chica, Pilar Sanchez. La conoció en un parque cuando ambos estaban leyendo El gran Gatsby. Miles por tercera vez, porque se lo había regalado su padre cuando cumplió dieciséis años. Que es, precisamente, la edad de Pilar, una menor. Y como Miles puede ir a la cárcel por su relación con ella, cuando la feroz, codiciosa hermana de Pilar comienza a chantajearlos, él vuelve a Nueva York para esperar allí la mayoría de edad de la joven. Su vuelta es el retorno al pasado y a sus secretos; a su padre, un brillante editor; a su madre, una actriz implacablemente seductora hasta con su hijo; a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo soportar. Pero es también la vuelta al mundo, a la comunidad de Sunset Park y a sus compañeros okupas; a la vida, con todos sus horrores y esplendores.
«Sunset Park también es, como Invisible, un libro sobre la inocencia de la juventud... Se habla de Auster como del maestro de la metanarrativa, con su maraña de relatos dentro del relato, pero él prefiere citar como fuente de inspiración a Emily Brontë antes que a Baudrillard» (Arifa Akbar, The Independent)
«Con una trama que va de la guerra en Oriente Medio a la recesión de la economía y los riesgos de la industria editorial, la última novela de Paul Auster destaca por su vitalidad y su actualidad... Y, desde luego, volverá a seducir a sus fans de siempre, pero también atraerá a una multitud de nuevos lectores» (Kirkus Review)
«En tiempos de crisis y cambios abrumadores, Auster nos recuerda las cosas duraderas: el amor, el arte y la "extraña sensación de estar vivo"» (Donna Seaman, Booklist)
El solitario, hermoso, desolado Miles, además de acarrear bultos y repintar paredes, saca fotos de todas las cosas abandonadas, registra las huellas de esas vidas dispersas para probar que esas familias desaparecidas estuvieron alguna vez allí, que los fantasmas de esa gente que él nunca verá ni conocerá aún están presentes en los objetos abandonados de esas casas ahora vacías. Miles no tiene ambiciones, vive con lo mínimo, mantiene relaciones muy escasas con la gente y con el mundo, y sus únicos lujos son los libros, que compra en ediciones baratas, y la cámara digital con la que documenta a los fantasmas. Si algo ha logrado en estos siete años, ha sido poder vivir en un presente perpetuo, sin deseos y sin futuro.
Y habría seguido así si no fuera por una chica, Pilar Sanchez. La conoció en un parque cuando ambos estaban leyendo El gran Gatsby. Miles por tercera vez, porque se lo había regalado su padre cuando cumplió dieciséis años. Que es, precisamente, la edad de Pilar, una menor. Y como Miles puede ir a la cárcel por su relación con ella, cuando la feroz, codiciosa hermana de Pilar comienza a chantajearlos, él vuelve a Nueva York para esperar allí la mayoría de edad de la joven. Su vuelta es el retorno al pasado y a sus secretos; a su padre, un brillante editor; a su madre, una actriz implacablemente seductora hasta con su hijo; a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo soportar. Pero es también la vuelta al mundo, a la comunidad de Sunset Park y a sus compañeros okupas; a la vida, con todos sus horrores y esplendores.
«Sunset Park también es, como Invisible, un libro sobre la inocencia de la juventud... Se habla de Auster como del maestro de la metanarrativa, con su maraña de relatos dentro del relato, pero él prefiere citar como fuente de inspiración a Emily Brontë antes que a Baudrillard» (Arifa Akbar, The Independent)
«Con una trama que va de la guerra en Oriente Medio a la recesión de la economía y los riesgos de la industria editorial, la última novela de Paul Auster destaca por su vitalidad y su actualidad... Y, desde luego, volverá a seducir a sus fans de siempre, pero también atraerá a una multitud de nuevos lectores» (Kirkus Review)
«En tiempos de crisis y cambios abrumadores, Auster nos recuerda las cosas duraderas: el amor, el arte y la "extraña sensación de estar vivo"» (Donna Seaman, Booklist)
Paul Auster mantiene su frenético ritmo de producción literaria y un año más, por las mismas fechas, presenta nuevo trabajo. Desgraciadamente, también mantiene la misma inspiración de sus últimos títulos, novelas dignas, incluso estimables, pero cada vez más alejadas de la magia de sus mejores obras, escritas hace ya veinte años. Sunset Park está narrada en una extraña tercera persona y estructurada en capítulos que centran sus alternativos puntos de vista en los diferentes personajes centrales. Auster repite también su tendencia a anidar una narración dentro de otra pero muchas de las breves historias aquí contenidas resultan bastante prescindibles y el libro no se desprende nunca de una molesta sensación consistente en que parece siempre que está a punto de arrancar pero no lo acaba de hacer nunca. Pese a sus defectos, Sunset Park se lee con agrado y hace mantener esperanzas de que su autor consiga recuperar el camino.
Paul Auster en Aventura En La Isla
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