Tristezas De Bay City, de Raymond Chandler

Tristezas De Bay City Título original: Bay City Blues Autor: Raymond Chandler Traducción: Horacio González Trejo Editorial: Debate Año: 1938

La historia comienza con una llamada telefónica que, en una tediosa tarde de verano, recibe el detective privado Johnny Dalmas en su despacho. Desde este momento, Dalmas se ve envuelto en una telaraña de intrigas de dimensiones insospechadas. Inicialmente el caso aparenta ser un típico suicidio: una mujer es encontrada muerta en su coche, aparentemente intoxicada por aspirar monóxido de carbono. Sin embargo, las circunstancias en que tuvo lugar el supuesto suicidio distan de ser las más usuales. A medida que va avanzando en sus pesquisas, Dalmas va descubriendo móviles muy poderosos que parecen confirmar su inicial sospecha de homicidio, los cuales van desde los celos más elementales hasta la más intrincadas marañas políticas.

Tristezas de Bay City adentra al lector en un mundo nocturno, donde el peligro late detrás de cada sombra; de esta manera el escritor explora el lado oscuro no solo de Hollywood, si no del resto de la ciudad de Los Ángeles.

No considero, ni mucho menos, que el mejor Raymond Chandler se encuentre condensado precisamente en sus relatos e historias más o menos breves. Tristezas de Bay City, narración de tamaño medio publicada en el año 1938 (antes que cualquiera de sus novelas) y protagonizada por un detective (Johnny Dalmas) que no es Marlowe (aunque se le parece bastante) es un buen ejemplo de esto. Una historia enrevesada pero al mismo tiempo desprovista de cualquier interés, con personajes que no superan su condición de caricatura y estereotipo (no les da tiempo) y que se resuelve del mismo modo arbitrario que preside todo el conjunto.

Raymond Chandler en Aventura En La Isla