 | Glamourama Título Original: Glamorama Autor: Bret Easton Ellis Traducción: Camilas Batlles Editorial: Ediciones B / Tiempos Modernos Año: 1998 |
Victor Ward deambula por una gélida vacuidad, entre lluvias de confeti de colores, rozando apenas relaciones personales; ajeno a que está condenado a desvanecerse.
«La primera mitad de Glamourama está plagada de toques de Ellis: sexo superficial (ménages à trois, engaños), tentempiés (Xanax, Mentos) y rock and roll (la inauguración de un club con tanta aceptación que hace que Moomba parezca el Harley Davidson Café). Pero entonces, tras unos cientos de páginas de posar y bostezar entre confeti, las sandeces adquieren un cariz surrealista. Victor Ward, el protagonista, viaja a Londres en el Queen Elizabeth II y se ve involucrado en una conspiración clandestina de modelos-terroristas que pasan el tiempo libre haciendo explotar hoteles pijos y asesinando con crueldad a un elenco al parecer arbitrario de vips: el hijo de un diplomático extranjero, un modelo de pasarela por aquí, un actor de segunda fila por allá. Abrirse paso a través de este argumento absurdo es como hacerlo a través de dos bolas de algodón de azúcar: crea adicción, es empalogoso y enfermizo, y parece como si no pudieras contenerte hasta que estás a punto de vomitar. Es así de intenso. Glamourama, tan moralista como cómica, le hará reír, encogerse y retorcerse en el asiento.» Manhattan File, enero de 1999
«El autor de Menos que cero ha pasado por las drogas, las amenazas de muerte y el rechazo de la crítica. Con su nueva novela, Glamourama, ha crecido y ha escrito su libro más ambicioso hasta la fecha.» Rolling Stone
«Es una lástima que esté tan de moda detestar a este escritor de 34 años, en especial cuando la novela en cuestión es un libro de lo más ocurrente y mordaz sobre la obsesión más frívola de esta década: los modelos.» Time Out New York
«Bret Easton Ellis no reconocería una buena novela aunque la escribiera él mismo. Prueba de ello es que la ha escrito él mismo.» New York Magazine
«El libro parece volverse loco mientras lo estás leyendo, pero Ellis no teme la apariencia del caos. Inventa un infierno nuevo en cada página. De forma misteriosa, a través de todo este tumulto, el estilo se mantiene elegante. Da lo mismo lo trivial u horrible que sea el tema, la prosa sigue arrullándote con una puntuación mínima y una cantidad máxima de monosílabos.» Time Out New York
Bret Easton Ellis nació en Los Ángeles hace 34 años. Durante su tercer curso como estudiante universitario en Bennington, Vermont, publicó Menos que cero (1985), a la que siguieron Las leyes de la atracción (1987), American Psycho (1991) y Los confidentes (1994), obras que comparten personajes con su última novela, Glamourama. En la actualidad está escribiendo sus memorias, con el título provisional de Where I Went I Would Not Go Back, y una novela que trata del mundo de la política.
En Glamourama, Bret Easton Ellis ha ido más allá de plasmar una determinada conducta, cómo hacía en American Pyscho, o de conectar distintos relatos, como en Los confidentes. Aquí desarrolla, por primera vez en su carrera como escritor, una trama, y con ello la evolución interior del protagonista.
«La primera mitad de Glamourama está plagada de toques de Ellis: sexo superficial (ménages à trois, engaños), tentempiés (Xanax, Mentos) y rock and roll (la inauguración de un club con tanta aceptación que hace que Moomba parezca el Harley Davidson Café). Pero entonces, tras unos cientos de páginas de posar y bostezar entre confeti, las sandeces adquieren un cariz surrealista. Victor Ward, el protagonista, viaja a Londres en el Queen Elizabeth II y se ve involucrado en una conspiración clandestina de modelos-terroristas que pasan el tiempo libre haciendo explotar hoteles pijos y asesinando con crueldad a un elenco al parecer arbitrario de vips: el hijo de un diplomático extranjero, un modelo de pasarela por aquí, un actor de segunda fila por allá. Abrirse paso a través de este argumento absurdo es como hacerlo a través de dos bolas de algodón de azúcar: crea adicción, es empalogoso y enfermizo, y parece como si no pudieras contenerte hasta que estás a punto de vomitar. Es así de intenso. Glamourama, tan moralista como cómica, le hará reír, encogerse y retorcerse en el asiento.» Manhattan File, enero de 1999
«El autor de Menos que cero ha pasado por las drogas, las amenazas de muerte y el rechazo de la crítica. Con su nueva novela, Glamourama, ha crecido y ha escrito su libro más ambicioso hasta la fecha.» Rolling Stone
«Es una lástima que esté tan de moda detestar a este escritor de 34 años, en especial cuando la novela en cuestión es un libro de lo más ocurrente y mordaz sobre la obsesión más frívola de esta década: los modelos.» Time Out New York
«Bret Easton Ellis no reconocería una buena novela aunque la escribiera él mismo. Prueba de ello es que la ha escrito él mismo.» New York Magazine
«El libro parece volverse loco mientras lo estás leyendo, pero Ellis no teme la apariencia del caos. Inventa un infierno nuevo en cada página. De forma misteriosa, a través de todo este tumulto, el estilo se mantiene elegante. Da lo mismo lo trivial u horrible que sea el tema, la prosa sigue arrullándote con una puntuación mínima y una cantidad máxima de monosílabos.» Time Out New York
Bret Easton Ellis nació en Los Ángeles hace 34 años. Durante su tercer curso como estudiante universitario en Bennington, Vermont, publicó Menos que cero (1985), a la que siguieron Las leyes de la atracción (1987), American Psycho (1991) y Los confidentes (1994), obras que comparten personajes con su última novela, Glamourama. En la actualidad está escribiendo sus memorias, con el título provisional de Where I Went I Would Not Go Back, y una novela que trata del mundo de la política.
En Glamourama, Bret Easton Ellis ha ido más allá de plasmar una determinada conducta, cómo hacía en American Pyscho, o de conectar distintos relatos, como en Los confidentes. Aquí desarrolla, por primera vez en su carrera como escritor, una trama, y con ello la evolución interior del protagonista.
Leí Glamourama cuando se publicó en España a finales del pasado siglo. Casi veinticinco años después, apenas recordaba nada de la trama pero sí que no me gustó demasiado y que su final me resultó irritante. Animado por la estupenda Los detrozos decidí releerla ahora y la sorpresa ha sido comprobar que no solo la conclusión es irritante sino que el término aplica perfectamente a todo el conjunto. Esta supuesta sátira sobre el mundo de la fama y las modelos de su época se pasa tantas veces de vueltas que a partir de cierto momento continuar con la lectura se convierte en un castigo superior a los que los delirantes personajes infligen a sus arbitrarias víctimas. Entre el catálogo de excesos de la novela no es el menor de todos ellos el absurdo número de páginas que la conforman y se hace difícil pensar que Bret Easton Ellis estuviera en plena posesión de sus facultades mentales cuando la escribió y no puesto hasta las orejas de todo tipo de sustancias como estaba en ese tiempo. Así las cosas, pretender encontrarle un sentido a la historia es tarea imposible y lo que queda se parece más a los desvaríos de un perturbado que al trabajo de un escritor.
Bret Easton Ellis en Aventura En La Isla
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