domingo, 28 de noviembre de 2021

Los Vencejos, de Fernando Aramburu

Los Vencejos

Autor: Fernando Aramburu
Editorial: Tusquets Editores / Colección Andanzas
Año: 2021



Toni, un profesor de instituto enfadado con el mundo, decide poner fin a su vida. Meticuloso y sereno, tiene elegida la fecha: dentro de un año. Hasta entonces cada noche redactará, en el piso que comparte con su perra Pepa y una biblioteca de la que se va desprendiendo, una crónica personal, dura y descreída, pero no menos tierna y humorística. Con ella espera descubrir las razones de su radical decisión, desvelar hasta la última partícula de su intimidad, contar su pasado y los muchos asuntos cotidianos de una España políticamente convulsa. Aparecerán, diseccionados con implacable bisturí, sus padres, un hermano al que no soporta, su exmujer Amalia, de la que no logra desconectarse, y su problemático hijo Nikita; pero también su cáustico amigo Patachula. Y una inesperada Águeda. Y en la sucesión de episodios amorosos y familiares de esta adictiva constelación humana, Toni, hombre desorientado empeñado en hacer recuento de sus ruinas, insufla, paradójicamente, una inolvidable lección de vida.

«Una admirable novela que volará alto y lejos.» José-Carlos Mainer, Babelia (El País)

«Una espléndida novela humanista sobre la dignidad y la esperanza.» Domingo Ródenas, El Periódico

«Un canto a la vida, la amistad y el amor con la esperanza que dibuja el vuelo de los vencejos.» José María Pozuelo Ycanvos, Abc Cultural

«Lo ha vuelo a hacer. Este genio madrugador, lúcido y metódico vuelve a deslumbrarnos.» Ester Aguado, Woman

«Una novela extraordinaria… Un festín literario, un novelón.» Benjamín Prado, La Ventana (Cadena Ser)

Fernando Aramburu San Sebastián, 1959. Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es autor de los libros de cuentos Los peces de la amargura (2006, XI Premio Mario Vargas Llosa NH, IV Premio Dulce Chacón y Premio Real Academia Española 2008) y El vigilante del fiordo (2011), de las obras de no ficción Autorretrato sin mí (2018), Vetas profundas (2019) y Utilidad de las desgracias (2020), así como de las novelas Fuegos con limón (1996), Los ojos vacíos (2000, Premio Euskadi), Bami sin sombra (2005), La gran Marivián (2013), El trompetista del Utopía (2003), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años lentos (2012, VII Premio Tusquets Editores de Novela y Premio de los Libreros de Madrid), Ávidas pretensiones (Premio Biblioteca Breve 2014) y Patria (2016, Premio Nacional de Narrativa, Premio de la Crítica, Premio Euskadi, Premio Francisco Umbral, Premio Dulce Chacón, Premio Arcebispo Juan de San Clemente, Premio Strega Europeo, Premio Lampedusa, Premio Atenas…), el último gran fenómeno literario, traducida a 34 lenguas y convertida en prestigiosa serie por Aitor Gabilondo para HBO. Cinco años después, Los vencejos, ácida y enternecedora, es su nueva obra maestra, una novela que lo confirma como uno de los mejores escritores europeos.


Convertido en una estrella literaria después del monumental éxito editorial de Patria, Fernando Aramburu presentó este verano Los vencejos con un amplio eco mediático, a todas luces excesivo. Este despropósito verborreico de más de 700 páginas, en las que el insufrible narrador lleva un diario del que se supone el último año de una vida a la que presuntamente va a poner fin de forma voluntaria y premeditada, parece un simple pretexto para que el autor aborde con escaso rubor y sentido de la vergüenza cualquier temática política o social más o menos de actualidad. Así, como si de un tertuliano de la tele se tratara, se permite opinar sobre casi cualquier cosa; desde el franquismo a la eutanasia; desde la unidad de España al cambio climático; desde el bullying a la okupación; desde las violaciones en grupo a una menor al lesbianismo. No hay asunto general o específico que escape a la cuñada y no pedida opinión de Toni, acaso el protagonista literario más insoportable que sea posible concebir y que además no viene solo sino que está acompañado de su mejor y único amigo: un votante de Vox. Sin asomo de medida, Aramburu se lanza a una cuesta abajo imparable en donde cada capítulo viene a ser una repetición del anterior y del siguiente mientras el lector se hace cruces esperando que semejante zoquete se suicide de una puta vez y deje de dar la paliza.



'Los vencejos' o la sordidez descontrolada [Alberto Olmos, El Confidencial]


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