El Sueño Del Mono Loco Título Original: Le rêve du singe fou Autor: Christopher Frank Traducción: Carlos Trueba Editorial: Júcar / Etiqueta Rota Año: 1976 |
«Imaginar será siempre más grande que vivir.» Esta cita inicial de Gaston Bachelard abre las puertas de una novela en la que la imaginación es pieza fundamental que, junto a una gran originalidad argumental, la definen perfectamente.
El sueño del mono loco es, a grandes rasgos, la historia de cómo se va gestando la realización de una película imposible, que parte de una base argumental aparentemente sencilla: cuando los monos enloquecen se transmutan en hombres. «Qué le queda al Mono loco del zoo o del Edén? ¿Qué es lo que la metamorfosis de su cerebro ha dejado intacto? Del estado animal, de la existencia sin consciencia, la queda una multitud de pequeños residuos biológicos y algunas funciones fisiológicas esenciales que le recuerdan a horas fijas su animalidad: el sueño, la alimentación, la fornicación..."»
Una excelente novela, en la que Christopher Frank alcanza una tan alta como original cota literaria.
El sueño del mono loco es, a grandes rasgos, la historia de cómo se va gestando la realización de una película imposible, que parte de una base argumental aparentemente sencilla: cuando los monos enloquecen se transmutan en hombres. «Qué le queda al Mono loco del zoo o del Edén? ¿Qué es lo que la metamorfosis de su cerebro ha dejado intacto? Del estado animal, de la existencia sin consciencia, la queda una multitud de pequeños residuos biológicos y algunas funciones fisiológicas esenciales que le recuerdan a horas fijas su animalidad: el sueño, la alimentación, la fornicación..."»
Una excelente novela, en la que Christopher Frank alcanza una tan alta como original cota literaria.
Conocida en España por la célebre adaptación cinematográfica homónima que realizara Fernando Trueba, protagonizada por Jeff Goldblum, Miranda Richardson y Dexter Fletcher y multipremiada en los Goya de 1990, El sueño del mono loco en su versión literaria ofrece las mismas virtudes que la fílmica y basa gran parte de su irresistible encanto en la creación de una atmósfera malsana e inquietante en la que nunca está claro qué está pasando en realidad. Como en aquélla, tampoco el desenlace resuelve completamente los muchos interrogantes planteados, pero el brillante estilo de Christopher Frank, detallista y gran narrador, compensa sobradamente los posibles defectos de la historia y convierte la novela en un trabajo de altura.
1 comentarios:
Encontré este blog por nuestro gusto compartido por Paul Auster y lo encontré muy interesante. Quisiera seguir visitándolo. Saludos.
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