domingo, 4 de diciembre de 2011

Relato De Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe

Relato De Arthur Gordon Pym

Título Original: The narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket
Autor: Edgar Allan Poe
Editorial: Ediciones Rueda (Novelas de Suspense y Terror)
Año: 1838


Edgar Allan Poe. Una biografía incierta para una vida dedicada al misterio. Se cree que Edgar Allan Poe nació en 1809, en Boston, hijo de actores ambulantes, que murieron al poco. Recogido por un comerciante de Richmond, John Allan, que le dio su apellido, Poe estudió en Inglaterra, asistió a la Universidad de Virginia, donde contrajo deudas que no satisfizo; ingresó en el ejército y se matriculó en West Point, de donde fue expulsado por insumisión. Al darle la espalda su tutor, Poe fue a vivir con Maria Clemm, su tía, y la hija de ésta, Virginia. Los tres se establecieron en Baltimore, donde Poe malvivía de sus historias de ficción, hasta que comenzó a dirigir el Southern Literary Messenger en 1835, año en que se casó con su prima, que aún contaba trece años. Poe fue despedido en 1837 y comenzó un largo periplo por varias ciudades, ganándose a duras penas la vida con su literatura y sus conferencias. Frustrado, se dejó vencer por el desánimo. Virginia murió en 1847. Poe fue hallado inconsciente en una calle de Baltimore en 1849. La prensa daba como causa de su muerte "congestión cerebral", pero un doctor aseguró que había muerto presa de delirium tremens. Ninguna lápida señala el lugar en que fue enterrado.


La única novela de su autor, célebre gracias a sus relatos cortos, narra las increíbles experiencias del joven Arthur Gordon Pym desde que se embarca oculto en un barco ballenero y resulta una desigual mezcla de aventuras y terror que se sigue con un verdadero interés durante casi todas sus páginas aunque naufraga, nunca mejor dicho, en un final demasiado simbólico, atropellado y bastante confuso. La lamentable versión de Ediciones Rueda es una chapuza infame llena de errores tipográficos y con una traducción desconocida caracterizada por una puntuación rocambolesca hecha al tuntún y que hace de su lectura una especie de pesadilla adicional a la propia del libro. Es curioso que una historia tan enormemente cinematográfica como ésta no haya sido llevada nunca al cine. Julio Verne escribió una secuela titulada La esfinge de los hielos.


Los asesinatos de la Rue Morgue /
El misterio de Marie Roget

(The murders in the Rue Morgue / The mystery of Marie Roget)
1841-43.





Annabel Lee (Edgar Allan Poe)


Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar
habitaba una doncella cuyo nombre os he de dar.
Y el nombre que daros puedo es el de Annabel Lee,
quien vivía para amarme y ser amada por mí.
Yo era un niño y era ella una niña junto al mar
en el reino prodigioso que os acabo de evocar.
Más nuestro amor fue tan grande cual jamás yo presentí.
Más que el amor compartimos con mi bella Annabel Lee.
Y los nobles de su estirpe de abolengo señorial,
los ángeles en el cielo envidiaban tal amor,
los alados serafines nos miraban con rencor.
Aquel fue el solo motivo, ¡hace tanto tiempo ya!,
por el cual, de los confines del océano y más allá
un gélido viento vino de una nube y yo sentí
congelarse entre mis brazos a mi bella Annabel Lee.
La llevaron de mi lado en solemne funeral
a encerrarla la llevaron por la orilla de la mar
a un sepulcro en ese reino que se alza junto al mar.
Los arcángeles que no eran tan felices cual los dos
con envidia nos miraban desde el reino que es de Dios.
Ese fue el solo motivo, bien lo podéis preguntar,
pues lo saben los hidalgos de aquel reino junto al mar,
por el cual un viento vino de una nube carmesí
congelando una noche a mi bella Annabel Lee.
Nuestro amor era tan grande y aún más firme en su candor
que aquel de nuestros mayores, más sabios en el amor.
Ni los ángeles que moran en su cielo tutelar,
ni los demonios que habitan negros abismos del mar
podrán apartarme nunca del alma que mora en mí,
espíritu luminoso de mi hermosa Annabel Lee.
Pues los astros no se elevan sin traerme la mirada
celestial que, yo adivino, son los ojos de mi amada.
Y la luna vaporosa jamás brilla baladí
pues su fulgor es ensueño de mi bella Annabel Lee.
Yazgo al lado de mi amada, mi novia bien amada,
mientras retumba en la playa la nocturna marejada.
Yazgo en su tumba labrada cerca del mar rumoroso,
en su sepulcro a la orilla del océano proceloso.

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