jueves, 12 de julio de 2012

Las Normas De La Casa De La Sidra, de John Irving

Las Normas De La Casa De La Sidra

Título Original: The cider house rules
Autor: John Irving
Traducción: Iris Menéndez
Editorial: Tusquets / Círculo de Lectores
Año: 1985

«El Doctor Larch era una autoridad en cuestiones de permanencia en Saint Cloud's. San Larch había fundado el lugar -en el siglo veinte- para que fuera, según él mismo expresó, "de utilidad". Y ésta es la instrucción que el Doctor Larch dio a Homer Wells cuando aceptó definitivamente la necesidad del chico de permanecer en Saint Cloud's.

»-Entonces, Homer -dijo San Larch- espero que seas útil».

Tal vez la pequeña villa de Saint Cloud's, en Maine, pasaría desapercibida si no fuera por un edificio situado a cierta distancia de la estación, encima de una colina, y al que a menudo acuden mujeres que suben la cuesta en silencio, observadas con una mezcla de desprecio y compasión por la gente del pueblo. Se trata del orfanato de Saint Cloud's, dirigido por el doctor Wilbur Larch –«San Larch» para sus ayudantes Enfermera Angela y Enfermera Edna-, un obstetra con el solo deseo de «ser útil» a los demás y que se permite, como secreto y único placer, periódicas sesiones de aspiración de éter en su despacho. En Saint Cloud's, además de un hogar para aquellos niños cuyas madres no los pueden criar, Larch ofrece, sin pedir nada a cambio, la posibilidad de abortar a las que no quieren abandonar a un ser humano en el mundo.

Todos los huérfanos son cuidados por igual, con el mayor cariño que el doctor y las enfermeras son capaces de ofrecer a esos «príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra» antes de que consigan que alguna familia les adopte. Pero entre ellos hay un caso peculiar: el joven Homer Wells, quien, tras cuatro tentativas de adopción fracasadas, se convertirá definitivamente en parte del orfanato. Homer se convertirá en alguien útil, conocerá el oficio médico como el más aplicado de los alumnos, y sobre todo aprenderá a ser él mismo cuando deba enfrentarse al mundo que existe más allá de Saint Cloud's.

John Irving. Considerado el Charles Dickens de la sociedad postindustrial, John Irving (nacido en Exeter, New Hampshire, en 1942) ha conseguido que crítica y público se pongan de acuerdo sobre la indiscutible calidad de sus novelas. Su primera obra fue Libertad para los osos (1967), a la que seguirían La epopeya del bebedor de agua, Doble pareja y la que hasta la fecha ha sido su mayor éxito, El mundo según Garp. Ésta y su siguiente novela, El hotel New Hampshire, han sido llevadas al cine. Con Una mujer difícil, regresó al mundo literario que le lanzó al estrellato, plagado de historias en donde se mezclan el dolor y el amor, la tragedia, el humor. Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra ha dado origen a la película dirigida por Lasse Hällstrom y protagonizada por Michael Caine Las normas de la casa de la sidra, y cuyo guión ha sido adaptado con éxito por el propio autor.


La concisión no es precisamente el punto fuerte del escritor norteamericano John Irving y en la que fuera su sexta novela, Las normas de la casa de la sidra (que conociera una primera edición española con el título de Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra), parece poseído por una desatada incontinencia que le lleva a añadir múltiples pasajes y fragmentos de los que uno no sabe bien el motivo de su presencia. Con todo y pese a sus múltiples excesos, los personajes del libro acaban por resultar tan entrañables y conmovedores como pretende el autor y si bien los resultados finales están algo lejos de sus trabajos más brillantes, la magnífica (y enormemente laboriosa) adaptación cinematográfica que el propio Irving realizara de su obra hacen de esta novela uno de los títulos imprescindibles de su brillante carrera literaria.



John Irving en Aventura En La Isla

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