 | El Director Autor: David Jiménez Editorial: Libros del K.O. Año: 2019 Secretos e intrigas de la prensa narrados por el exdirector de El Mundo |
David Jiménez se curtió cubriendo guerras, desastres y revoluciones durante casi dos décadas antes de ser nombrado director de El Mundo. Lo que parecía un reto ilusionante —dirigir el diario en el que entró como becario a los 23 años— se transformó en una batalla por la defensa de la independencia del periódico frente a un establishment político y económico decidido a controlarlo.
Jiménez ofrece un relato único sobre cómo respira la vida en una redacción —sus personajes, rivalidades, traumas y éxitos—, cómo funciona el juego de favores entre los medios y el poder y qué precio pagan quienes se niegan a participar en él. Presidentes, reyes, ministros, banqueros, capos del dinero, comisarios y periodistas protagonizan esta crónica sobre los secretos inconfesables del periodismo y los hilos que gobiernan España.
El Director es, además, un retrato íntimo de las encrucijadas éticas, las relaciones personales, las amistades y deslealtades que se viven cuando se ocupa el despacho de uno de los grandes diarios del país.
David Jiménez. Tras dos décadas como corresponsal en Asia y un año como director de El Mundo, David Jiménez (Barcelona, 1971) ha llegado a la siguiente certeza: Afganistán, Cachemira, Corea del Norte o Fukushima son lugares más seguros que el despacho de un gran diario.
Sus crónicas se han publicado en los principales periódicos internacionales y sus libros (Hijos del monzón, El lugar más feliz del mundo, El botones de Kabul) han sido traducidos a media docena de idiomas. En la actualidad es columnista en la edición en español de The New York Times, sigue haciendo reporterismo para revistas como Vanity Fair y enseña el oficio en facultades de Periodismo. Es, además, Nieman Fellow por la Universidad de Harvard.
Jiménez ofrece un relato único sobre cómo respira la vida en una redacción —sus personajes, rivalidades, traumas y éxitos—, cómo funciona el juego de favores entre los medios y el poder y qué precio pagan quienes se niegan a participar en él. Presidentes, reyes, ministros, banqueros, capos del dinero, comisarios y periodistas protagonizan esta crónica sobre los secretos inconfesables del periodismo y los hilos que gobiernan España.
El Director es, además, un retrato íntimo de las encrucijadas éticas, las relaciones personales, las amistades y deslealtades que se viven cuando se ocupa el despacho de uno de los grandes diarios del país.
David Jiménez. Tras dos décadas como corresponsal en Asia y un año como director de El Mundo, David Jiménez (Barcelona, 1971) ha llegado a la siguiente certeza: Afganistán, Cachemira, Corea del Norte o Fukushima son lugares más seguros que el despacho de un gran diario.
Sus crónicas se han publicado en los principales periódicos internacionales y sus libros (Hijos del monzón, El lugar más feliz del mundo, El botones de Kabul) han sido traducidos a media docena de idiomas. En la actualidad es columnista en la edición en español de The New York Times, sigue haciendo reporterismo para revistas como Vanity Fair y enseña el oficio en facultades de Periodismo. Es, además, Nieman Fellow por la Universidad de Harvard.
No se necesita mucha perspicacia para constatar la pésima situación de la prensa en España pero de vez en cuando viene bien que alguien desde dentro nos lo confirme para que no quede ninguna duda al respecto. David Jiménez, que anteriormente había sido reportero y corresponsal internacional, fue director del diario El Mundo durante justamente un año. Sustituyó en el cargo a Casimiro García-Abadillo, quien a su vez había sustituido a Pedro J. Ramírez, director del periódico desde su fundación el 23 de octubre de 1989. En casa fuimos asiduos lectores de aquel primer El Mundo, cuando comprar la prensa en papel todavía no se había convertido en un anacronismo. La arrolladora, ambigua y compleja personalidad de su fundador (antes de ser devorado por su ego y por algunos políticos) hizo de El Mundo la cabecera informativa por excelencia durante los primeros años de la década de los noventa. Por entonces hasta Alfonso Rojo o Tomás Roncero parecían periodistas de verdad y no hooligans oligofrénicos sin tomar la medicación. El Mundo de Forges, Carlos Boyero o Francisco Umbral también fue el medio pionero en España en la reconversión digital y quizá habría seguido liderando este sector si a raíz de los atentados del 11-M de 2004 no se hubiera lanzado a tumba abierta por la empinada pendiente del conspiracionismo desinformativo hasta acabar convertido en una triste caricatura de lo que fue. Jiménez tenía imposible reflotar aquel barco hundido pero las zancadillas recibidas por jefes y compañeros al menos han servido para confomar un libro la mar de entretenido que relata muy acertadamente las luchas de poder internas, las presiones políticas y el mercadeo general con la información que demuestran los ínfimos niveles a que ha llegado el periodismo español. O lo que sea eso.
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